Por Jorge Lanata
Antonini Wilson no fue un inmigrante venezolano que llegó en balsa.
Antonini llegó a la Argentina en un avión privado, pagado por el Estado nacional a través de Enarsa. En el avión viajaban funcionarios de Enarsa y PDVSA, el titular del Occovi y el Señor de los Peajes, Claudio Uberti. No era el primer viaje que realizaba a la Argentina, por lo que bien puede suponerse que no era, tampoco, la primera valija.
¿El gobierno argentino dijo entonces que en el vuelo había lugar y Antonini subió? Pruebe usted esperar que le dejen un asiento en algún vuelo privado en el denominado sector Aeroparque Sur. Trate, por favor, de que ese vuelo esté repleto de funcionarios de un país extranjero. Las excusas del gobierno K curándose en salud antes de que el escándalo de la valija aumente aún más de proporciones son infantiles y ofensivas.
Nos están mintiendo a la cara y ni siquiera se esfuerzan por ser creativos. Si Antonini era un agente y parte de una trampa, ¿por qué se fue Uberti? Y si emergió de un vuelo oficial, ¿por qué ahora el Gobierno se empecina en decir que jamás lo vieron? Que el Gobierno improvise no forma parte de una conducta novedosa, pero todo está tan trastocado que nos encontramos, ahora, pidiéndoles que nos mientan con un poco más de seriedad. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).
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