Carlos Villegas es pediatra y mano derecha del gobernador de Corrientes, Arturo Colombi. La causa se inició el 16 de septiembre con la denuncia de su hija de 25 años, quien acusó a su padre de haberla sometido tanto a ella como a su nieta Agostina Berasategui.
“Fui abusada sexualmente en forma habitual y cotidiana por mi padre durante ocho años y si me animé a hablar ahora es porque este tipo hizo lo mismo con mi hijita de cinco años y eso no se lo puedo perdonar”, aseguró en declaraciones al Diario Crítica de la Argentina María José Villegas, hija del presidente del Concejo Deliberante de Santo Tomé, en Corrientes, y uno de los dirigentes políticos más cercanos al gobernador Arturo Colombi.
La causa se inició el 16 de septiembre con la denuncia de la mujer, de 25 años, quien acusó a su padre de haberla sometido tanto a ella como a su nieta Agostina Berasategui. Desde ese momento Carlos Villegas –quien es médico pediatra y se desempeña como funcionario del Ministerio de Salud provincial y docente de la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló– solicitó licencia y se fue de la ciudad.
El testimonio de Cecilia Jiménez, la niñera de la nena supuestamente ultrajada comprometió la situación del profesional acusado. “En dos oportunidades lo sorprendí en el baño haciéndose chupar el pene por la nena y otra vez lo encontré en la cama matrimonial, lamiéndole la conchita”, dijo ante la Fiscalía de Instrucción y Correccional Nº 2. Según la carátula de la causa, el delito del que se lo acusa es “abuso sexual gravemente ultrajante, calificado por el vínculo”, que prevé penas de 8 a 20 años.
La historia comenzó a mediados de 1994 cuando, según el relato de María José –entonces de 11 años– “mi padre me invitó a bañarnos juntos y cuando estábamos en la bañera me pidió que le tocara el pito porque le hacía cosquillas”. Desde entonces los ultrajes se reiteraron y la coerción del hombre sobre la criatura se hizo cada vez más reiterada. “Si yo le reclamaba que necesitaba ropa, él me decía que primero teníamos que jugar y me forzaba a hacerlo. Cuando terminábamos él me compraba lo que quería, yo me sentía como una prostituta corrupta que cambiaba sexo por cosas materiales”, aseguró la denunciante. “La situación se prolongó hasta que, a los 19 años, quedé embarazada de mi hija, producto de una relación que yo tenía y a partir de allí yo comencé a negarme rotundamente a seguir siendo abusada”, agregó.
María José dijo que “no tenía la suficiente fortaleza para contarle a la gente, tenía mucho miedo aunque me moría de ganas por contarlo. Pero cuando pasó lo de Micaela se lo dije a mis hermanos para que me ayudaran a preservarla y me decidí a denunciarlo”. Villegas habría reconocido todo ante sus hijos. “Pidió disculpas, dijo que era consciente del daño que provocó, pero que se trató de un impulso y no pudo hacer nada”, relató la mujer.“En cuanto al abuso de la nena, ella me contó que salió a pasear y la llevó al consultorio, donde le sacó la ropa y le hizo sexo oral, igual que a mí. Además se bañaron juntos en varias oportunidades”, finalizó.
“Villegas era la figura más fuerte que el Frente de Todos tenía en Santo Tomé y la mano derecha del ministro Schneider, por eso el gobierno de Arturo Colombi lo protege”, aseguró el concejal Jorge Amoedo, del ARI local. Y agregó: “Un tipo que tendría que estar preso está libre y la Justicia no lo cita ni siquiera a declarar porque existe una gran impunidad”.(Fuente: Diario Critica de la Argentina).
La causa se inició el 16 de septiembre con la denuncia de la mujer, de 25 años, quien acusó a su padre de haberla sometido tanto a ella como a su nieta Agostina Berasategui. Desde ese momento Carlos Villegas –quien es médico pediatra y se desempeña como funcionario del Ministerio de Salud provincial y docente de la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló– solicitó licencia y se fue de la ciudad.
El testimonio de Cecilia Jiménez, la niñera de la nena supuestamente ultrajada comprometió la situación del profesional acusado. “En dos oportunidades lo sorprendí en el baño haciéndose chupar el pene por la nena y otra vez lo encontré en la cama matrimonial, lamiéndole la conchita”, dijo ante la Fiscalía de Instrucción y Correccional Nº 2. Según la carátula de la causa, el delito del que se lo acusa es “abuso sexual gravemente ultrajante, calificado por el vínculo”, que prevé penas de 8 a 20 años.
La historia comenzó a mediados de 1994 cuando, según el relato de María José –entonces de 11 años– “mi padre me invitó a bañarnos juntos y cuando estábamos en la bañera me pidió que le tocara el pito porque le hacía cosquillas”. Desde entonces los ultrajes se reiteraron y la coerción del hombre sobre la criatura se hizo cada vez más reiterada. “Si yo le reclamaba que necesitaba ropa, él me decía que primero teníamos que jugar y me forzaba a hacerlo. Cuando terminábamos él me compraba lo que quería, yo me sentía como una prostituta corrupta que cambiaba sexo por cosas materiales”, aseguró la denunciante. “La situación se prolongó hasta que, a los 19 años, quedé embarazada de mi hija, producto de una relación que yo tenía y a partir de allí yo comencé a negarme rotundamente a seguir siendo abusada”, agregó.
María José dijo que “no tenía la suficiente fortaleza para contarle a la gente, tenía mucho miedo aunque me moría de ganas por contarlo. Pero cuando pasó lo de Micaela se lo dije a mis hermanos para que me ayudaran a preservarla y me decidí a denunciarlo”. Villegas habría reconocido todo ante sus hijos. “Pidió disculpas, dijo que era consciente del daño que provocó, pero que se trató de un impulso y no pudo hacer nada”, relató la mujer.“En cuanto al abuso de la nena, ella me contó que salió a pasear y la llevó al consultorio, donde le sacó la ropa y le hizo sexo oral, igual que a mí. Además se bañaron juntos en varias oportunidades”, finalizó.
“Villegas era la figura más fuerte que el Frente de Todos tenía en Santo Tomé y la mano derecha del ministro Schneider, por eso el gobierno de Arturo Colombi lo protege”, aseguró el concejal Jorge Amoedo, del ARI local. Y agregó: “Un tipo que tendría que estar preso está libre y la Justicia no lo cita ni siquiera a declarar porque existe una gran impunidad”.(Fuente: Diario Critica de la Argentina).
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