El presidente de EEUU, George W. Bush, se ha ofrecido este sábado para acoger "en un futuro próximo" una cumbre de líderes de la comunidad internacional para coordinar la respuesta global a la crisis financiera mundial. El tema central de la cumbre serán las vías de solución a la crisis y las formas de evitar que en el futuro se generen crisis similares. "Es esencial que trabajemos en conjunto porque todos estamos en esta crisis", ha señalado Bush tras la reunión con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en la residencia oficial de Camp David. El mandatario estadounidense ha asegurado que es fundamental mantener el libre mercado y no aislarse para poder resistir la complicada situación financiera y mantener los principios económicos del capitalismo internacional.
Sarkozy, por su parte, ha afirmado que la crisis supone una "gran oportunidad" para revisar las políticas financieras. Con respecto a la cumbre, el líder galo ha declarado que ésta se celebrará "posiblemente" antes de finalizar el mes de noviembre y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha ofrecido la sede de esta organización. El presidente francés ha asegurado que, dado que la crisis se ha originado en Nueva York, "a lo mejor" puedan encontrar una solución en esa ciudad, en referencia a su propuesta de que la cumbre del G8 (EE.UU., Canadá, Rusia, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y de otras economías se celebre en la Gran Manzana.
Respuesta rápida a la crisis
Respecto a la reunión, la Casa Blanca afirma que Bush, al que solamente le quedan tres meses en el cargo, quiere escuchar ideas de todos los líderes, no solamente de los europeos, sino también de los asiáticos y de los países en vía de desarrollo. "Para que esta reunión pueda ser un éxito, tenemos que estar abiertos a buenas ideas de todo el mundo", ha declarado Bush en Camp David.
En opinión de Sarkozy, la comunidad internacional está colaborando estrechamente para paliar los efectos de la crisis. "Estamos hablando con la misma voz", ha afirmado, a la vez que ha señalado que la crisis también proporciona "una gran oportunidad" para revisar las políticas financieras.
Por su parte, Durao Barroso también ha hecho un llamamiento a que la comunidad internacional promueva una respuesta rápida a la crisis. "Necesitamos un nuevo orden financiero global", ha señalado. Sarkozy y Durao Barroso intentan convencer a Bush de que ahora es una buena oportunidad para dar un nuevo impulso a iniciativas dirigidas a coordinar mejor el control de los mercados financieros.
Bush no ha respondido a las sugerencias de los dos mandatarios europeos, pero sí ha indicado que en esa crisis y en un nuevo orden global del sistema financiero "es esencial" que preserven "los fundamentos del capitalismo democrático". El presidente estadounidense ha considerado, asimismo, que es importante que resistan al aislamiento y que continúen con las políticas de mercado abierto, una opinión que ha compartido Sarkozy.
Sarkozy y Durao Barroso llegaron a la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington, procedentes de Canadá, donde participaron en una reunión con el recién reelecto primer ministro Stephen Harper. En Camp David asisten a una reunión de trabajo, seguida de una cena, en la que analizarán junto a Bush cómo coordinar la respuesta de los países desarrollados a la grave crisis financiera.
Sarkozy, por su parte, ha afirmado que la crisis supone una "gran oportunidad" para revisar las políticas financieras. Con respecto a la cumbre, el líder galo ha declarado que ésta se celebrará "posiblemente" antes de finalizar el mes de noviembre y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha ofrecido la sede de esta organización. El presidente francés ha asegurado que, dado que la crisis se ha originado en Nueva York, "a lo mejor" puedan encontrar una solución en esa ciudad, en referencia a su propuesta de que la cumbre del G8 (EE.UU., Canadá, Rusia, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y de otras economías se celebre en la Gran Manzana.
Respuesta rápida a la crisis
Respecto a la reunión, la Casa Blanca afirma que Bush, al que solamente le quedan tres meses en el cargo, quiere escuchar ideas de todos los líderes, no solamente de los europeos, sino también de los asiáticos y de los países en vía de desarrollo. "Para que esta reunión pueda ser un éxito, tenemos que estar abiertos a buenas ideas de todo el mundo", ha declarado Bush en Camp David.
En opinión de Sarkozy, la comunidad internacional está colaborando estrechamente para paliar los efectos de la crisis. "Estamos hablando con la misma voz", ha afirmado, a la vez que ha señalado que la crisis también proporciona "una gran oportunidad" para revisar las políticas financieras.
Por su parte, Durao Barroso también ha hecho un llamamiento a que la comunidad internacional promueva una respuesta rápida a la crisis. "Necesitamos un nuevo orden financiero global", ha señalado. Sarkozy y Durao Barroso intentan convencer a Bush de que ahora es una buena oportunidad para dar un nuevo impulso a iniciativas dirigidas a coordinar mejor el control de los mercados financieros.
Bush no ha respondido a las sugerencias de los dos mandatarios europeos, pero sí ha indicado que en esa crisis y en un nuevo orden global del sistema financiero "es esencial" que preserven "los fundamentos del capitalismo democrático". El presidente estadounidense ha considerado, asimismo, que es importante que resistan al aislamiento y que continúen con las políticas de mercado abierto, una opinión que ha compartido Sarkozy.
Sarkozy y Durao Barroso llegaron a la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington, procedentes de Canadá, donde participaron en una reunión con el recién reelecto primer ministro Stephen Harper. En Camp David asisten a una reunión de trabajo, seguida de una cena, en la que analizarán junto a Bush cómo coordinar la respuesta de los países desarrollados a la grave crisis financiera.
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