India se ha convertido esta madrugada (hora española) en la tercera potencia asiática en lanzar una misión a la Luna, después de que lo hicieran sus rivales China y Japón. El despegue se ha producido con éxito desde la bahía de Bengala. Con la conquista del satélite terreste, India alcanza un símbolo de desarrollo tecnológico, económico y de poder.
La misión india Chandrayaan-1 -que significa nave lunar en sánscrito- llega casi justo un mes después del primer paseo espacial chino y cinco años después de que ese gigante asiático lanzara su primera nave tripulada.
Sin embargo, éste es un gran salto en la conquista india del espacio. El país ha ido perfeccionando su propia tecnología, que inició casi de manera casera en los años sesenta y que hasta hace 10 años se limitaba a construir sus propios satélites y ponerlos en órbita.
"En la última década entramos fuerte en el ámbito comercial y hemos lanzado un total de 16 aparatos internacionales, de procedencias tan diferentes como Alemania, Argentina o Corea", cuenta por teléfono Sridhara Murthy, director general del Antrix Corporation, la sección comercial de la ISRO. A principios de año fue lanzado el más polémico de todos, un satélite espía de Israel, por lo que Nueva Delhi sufrió fuertes críticas de la comunidad internacional encabezadas por Irán.
Ahora el reto es que el Chandrayaan-1 supere los más de 384.000 kilómetros que separan a la Tierra de la Luna y que entre en su órbita el próximo 8 de noviembre. Según la versión oficial, su principal objetivo es hacer un mapa de tres dimensiones de las características topográficas y de la composición química de su superficie. El interés indio de estudiar la posibilidad de extraer helio 3 ha levantado gran polémica.
India está también iniciando una carrera internacional por apoderarse de ese combustible clave para la fusión nuclear. Aunque ahora la fusión no está disponible comercialmente, se cree que lo podría estar más adelante y que la Luna podría contener mucha más cantidad de helio 3 que la Tierra. "En el futuro podría ser una fuente de energía limpia y es uno de los objetivos de nuestra misión", señala un portavoz de la ISRO.
India es el tercer país asiático que llega a la Luna, pero llega con mucho menos dinero. Comparado con los 141 millones de euros que costó a China su primera prueba lunar y los 363 millones a Japón, los 60 millones de India parecen pocos. También, según Futron, una consultoría de alta tecnología, India los ha utilizado de manera efectiva. Según un estudio de este año, India está sólo un poco por atrás de China en competitividad espacial. Y Japón, Canadá e Israel quedaron muy por detrás.
"Tenemos que estirar el dinero al máximo y sacar lo mejor con lo que tenemos", dice el funcionario de la ISRO. Para muchos, el trabajo de esta agencia india del espacio ha sido la forma de llevar, mediante satélites, educación y salud a aldeas remotas, así como de intentar luchar contra los desastres naturales.
Sin embargo, no faltan las voces críticas dentro de India contra el programa espacial. "Es un tremendo gasto innecesario de dinero en un país donde hay millones de personas que no tienen qué comer. Dos tercios de los 13.500 millones de euros destinados a la ciencia están siendo usados en actividades ligadas a la investigación militar, más allá de los 22.500 millones dedicados a la defensa", dice el prestigioso analista político Praful Bidway.
Pero en India ninguna crítica hará disminuir la esperanza de convertirse en una superpotencia, ahora también en el espacio. (Fuente: Diario El País).
La misión india Chandrayaan-1 -que significa nave lunar en sánscrito- llega casi justo un mes después del primer paseo espacial chino y cinco años después de que ese gigante asiático lanzara su primera nave tripulada.
Sin embargo, éste es un gran salto en la conquista india del espacio. El país ha ido perfeccionando su propia tecnología, que inició casi de manera casera en los años sesenta y que hasta hace 10 años se limitaba a construir sus propios satélites y ponerlos en órbita.
"En la última década entramos fuerte en el ámbito comercial y hemos lanzado un total de 16 aparatos internacionales, de procedencias tan diferentes como Alemania, Argentina o Corea", cuenta por teléfono Sridhara Murthy, director general del Antrix Corporation, la sección comercial de la ISRO. A principios de año fue lanzado el más polémico de todos, un satélite espía de Israel, por lo que Nueva Delhi sufrió fuertes críticas de la comunidad internacional encabezadas por Irán.
Ahora el reto es que el Chandrayaan-1 supere los más de 384.000 kilómetros que separan a la Tierra de la Luna y que entre en su órbita el próximo 8 de noviembre. Según la versión oficial, su principal objetivo es hacer un mapa de tres dimensiones de las características topográficas y de la composición química de su superficie. El interés indio de estudiar la posibilidad de extraer helio 3 ha levantado gran polémica.
India está también iniciando una carrera internacional por apoderarse de ese combustible clave para la fusión nuclear. Aunque ahora la fusión no está disponible comercialmente, se cree que lo podría estar más adelante y que la Luna podría contener mucha más cantidad de helio 3 que la Tierra. "En el futuro podría ser una fuente de energía limpia y es uno de los objetivos de nuestra misión", señala un portavoz de la ISRO.
India es el tercer país asiático que llega a la Luna, pero llega con mucho menos dinero. Comparado con los 141 millones de euros que costó a China su primera prueba lunar y los 363 millones a Japón, los 60 millones de India parecen pocos. También, según Futron, una consultoría de alta tecnología, India los ha utilizado de manera efectiva. Según un estudio de este año, India está sólo un poco por atrás de China en competitividad espacial. Y Japón, Canadá e Israel quedaron muy por detrás.
"Tenemos que estirar el dinero al máximo y sacar lo mejor con lo que tenemos", dice el funcionario de la ISRO. Para muchos, el trabajo de esta agencia india del espacio ha sido la forma de llevar, mediante satélites, educación y salud a aldeas remotas, así como de intentar luchar contra los desastres naturales.
Sin embargo, no faltan las voces críticas dentro de India contra el programa espacial. "Es un tremendo gasto innecesario de dinero en un país donde hay millones de personas que no tienen qué comer. Dos tercios de los 13.500 millones de euros destinados a la ciencia están siendo usados en actividades ligadas a la investigación militar, más allá de los 22.500 millones dedicados a la defensa", dice el prestigioso analista político Praful Bidway.
Pero en India ninguna crítica hará disminuir la esperanza de convertirse en una superpotencia, ahora también en el espacio. (Fuente: Diario El País).
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