Las leonas vencieron a Alemania por 3-1 y se quedaron con la medalla de bronce. Con este tercer puesto, lograron la tercer medalla consecutiva en juegos olímpicos, (previamente habían logrado medalla de plata en Sydney 2000, y el bronce en Atenas 2004) y se metieron en la historia grande del deporte argentino.
Las ganas de Argentina se pusieron de manifiesto desde el primer minuto. El equipo se plantó decididamente en campo rival y presionó hasta provocar equivocaciones en la última línea alemana. A los 11 minutos, por intermedio de Claudia Burkart, Las Leonas ya estaban gritando el primer gol, a partir de su tercer córner corto. Las chicas argentinas no se quedaron atrás y un rato más tarde estiraron la diferencia. Las defensoras del conjunto europeo perdieron la bocha y Alejandra Gulla quedó de cara al arco alemán. La delantera argentina no definió bien, pero Carla Rebecchi estuvo atenta para tomar el rebote y llegar al gol. La diferencia entre un equipo y otro era muy grande, tanto que el 2-0 con el que se cerró el primer tiempo tuvo gusto a poco para Las Leonas.
Como era de esperar, Alemania reaccionó en el inicio de la segunda parte, aprovechando un bajón físico de las argentinas. Aún no se habían jugado 10 minutos cuando vino el descuento, con un tremendo remate cruzado de Anke Kühn. Los movimientos ofensivos de las alemanas desnudaban una verdad a gritos: al equipo argentino le cuesta mucho jugar sin la bocha. Aguantar el resultado durante 25 minutos jugando a bajo nivel parecía una misión casi imposible, sobre todo ante un rival de tanta jerarquía. Quedaba la esperanza de aumentar en un contraataque, que no llegaba. Defendieron Las Leonas. Sin aire pero con orgullo. Sin piernas pero con corazón. La arquera Vukojicic se hizo enorme; la capitana Aicega marcó el camino con el timing de sus mejores tiempos; la inigualable Aymar aguantó la bocha y jugó con el reloj. Hasta que llegó el tercer gol, el de la tranquilidad. Después de tanto sufrir se le dio a Noel Barrionuevo, que con una arrastrada venció a Reynolds y selló el 3 a 1. Medalla en el bolsillo y a festejar con todo un triunfo muy luchado.
¿Qué mejor manera de explicar el espíritu de Las Leonas que verlas unidas en un abrazo tras asegurarse un nuevo podio olímpico? Fue inmenso el dolor que sintieron tras la derrota con Holanda en semifinales, tan grande como el orgullo con el que hoy salieron a jugar el partido por el tercer puesto. Así se pelea por una medalla. Así se siente la camiseta…Las Leonas, un orgullo para el deporte argentino. (Fuente: Diario Ole-Imagen:Sports Ya).

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