Está claro que en el deporte, se gana y se pierde y que en el resultado final muchas veces influyen la suerte, la casualidad, la circunstancia o como quieran llamarle. Pero hay algo que se respeta en cualquier parte del mundo deportivo…la hidalguía; la capacidad de jugar con el corazón y de dejar todo en la cancha, por más que enfrente esté el seleccionado más fuerte del mundo. Ese espíritu, esa mística, ese fuego sagrado de campeones es lo que tienen las Leonas…y lo demostraron con sus lágrimas al final del partido que perdieron con Holanda por 5 a 2, todas pusieron el alma y no se pudo…pero dejaron la imagen en alto (algo que no pudo hacer el seleccionado brasilero de futbol) por eso Diego Armando Maradona, que sabe muy bien lo que es defender la celeste y blanca, bajo al vestuario para consolar a las chicas.
EL diario Ole: transcribe parte de lo que se vivió en ese encuentro; “… Después del partido, Diego bajó al vestuario a saludar y alentar. Entró y se encontró con 13 chicas llorando. Desde las más grandes hasta las más chicas, el llanto fue un punto en común. La imagen del vestuario era la de la desolacion. Maripi Hernández rompió un poco el hielo y le pidió una foto. Diego repartió abrazos y besos. Hasta que, desde el campo de juego, llegó Magdalena Aicega. "Gracias por estar. Todas nosotras sabemos lo que vos defendiste esta camiseta. Por eso estamos muy orgullosas de que hayas venido a vernos", dijo la capitana, de pie, en nombre del plantel. "Dejaron todo. Y el que está orgulloso soy yo por este equipo. Pelearon como Leonas, son unas fenómenas. Vamos, vamos que tenemos que ir por el bronce", respondió Maradona para desatar un aplauso que se escuchó hasta en los pasillos del estadio…”
Y si hay que destacar el corazón de las Leonas, no podemos dejar de mencionar la grandeza de Diego Armando Maradona, que sin robarse el protagonismo (lo demostró por ejemplo, en el estadio mientras estaba mirando el partido de Básquet, negándose a sacar una foto por respeto al partido) se puso al servicio de la delegación argentina para apoyar a los atletas con su experiencia pero sobretodo con el plus anímico que significa que Diego te brinde personalmente su apoyo…es que así son los grandes, dentro, fuera, hoy y siempre. En este mundo sin reglas ni códigos, estos deportistas nos enseñan el valor y la vigencia de las reglas de vida. (Fuente: Nuestra redacción).
EL diario Ole: transcribe parte de lo que se vivió en ese encuentro; “… Después del partido, Diego bajó al vestuario a saludar y alentar. Entró y se encontró con 13 chicas llorando. Desde las más grandes hasta las más chicas, el llanto fue un punto en común. La imagen del vestuario era la de la desolacion. Maripi Hernández rompió un poco el hielo y le pidió una foto. Diego repartió abrazos y besos. Hasta que, desde el campo de juego, llegó Magdalena Aicega. "Gracias por estar. Todas nosotras sabemos lo que vos defendiste esta camiseta. Por eso estamos muy orgullosas de que hayas venido a vernos", dijo la capitana, de pie, en nombre del plantel. "Dejaron todo. Y el que está orgulloso soy yo por este equipo. Pelearon como Leonas, son unas fenómenas. Vamos, vamos que tenemos que ir por el bronce", respondió Maradona para desatar un aplauso que se escuchó hasta en los pasillos del estadio…”
Y si hay que destacar el corazón de las Leonas, no podemos dejar de mencionar la grandeza de Diego Armando Maradona, que sin robarse el protagonismo (lo demostró por ejemplo, en el estadio mientras estaba mirando el partido de Básquet, negándose a sacar una foto por respeto al partido) se puso al servicio de la delegación argentina para apoyar a los atletas con su experiencia pero sobretodo con el plus anímico que significa que Diego te brinde personalmente su apoyo…es que así son los grandes, dentro, fuera, hoy y siempre. En este mundo sin reglas ni códigos, estos deportistas nos enseñan el valor y la vigencia de las reglas de vida. (Fuente: Nuestra redacción).
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