“Diario de una ninfómana” en la que actúa el argentino Leonardo Sbaraglia, es quizás, la película de cine que está generando más polémica en los últimos tiempos. Tanto es así que ya ha generado mucha resistencia desde su promoción: en Madrid, por ejemplo, fueron prohibidos sus afiches 4 días antes de su estreno.
Según consigna elperiódico.com –de España- el estreno que se produjo el 17 de octubre, con 150 copias en ese país, no fue anunciado en las calles de Madrid por lo osado de sus imágenes. Por esto el equipo de la película aseguró que la Empresa Municipal de Transportes (de Madrid) denegó la posibilidad de promocionar el filme en los ómnibus y en las marquesinas porque su cartel es “de dudosa legalidad” y “gratuitamente provocativo”.
La imagen muestra a una mujer en ropa interior tocándose el sexo con la mano. El cartel, sin embargo, sí está publicitado en las mamparas de los quioscos madrileños, que dependen de sus dueños.
El director del la película es Christian Molina, quien ha explicado que él mismo ha diseñado el conflictivo cartel. “Es sutil y refleja bien el significado de la película”, añadió tras calificar el veto de “acto de censura que recuerda al franquismo”.
Cuando el cineasta recibió la negativa para promocionar la película en los autobuses y marquesinas, cambió el diseño del cartel. La segunda versión solo incluía el vientre de la mujer (desaparecieron las bombachas). Sin embargo, también recibió un "no" por respuesta. Entonces, el director apostó por un cartel en blanco en el que solo se leía el título de la película: Diario de una ninfómana. Tampoco hubo suerte.
"Llegué a la conclusión de que lo que les molestaba era la palabra ninfómana. Si el filme se titulara Diario de un asesino no pasaría nada", se lamentó. Tras las dos negativas, Molina decidió mantener el cartel original, aunque ello supusiera no tener publicidad.
El cineasta reconoció que "todas las ciudades" pusieron "pegas" a la hora de incluir el cartel en las vallas publicitarias de ámbito público. Pero la única en la que el "no" fue definitivo ha sido Madrid, donde, por otra parte, la publicidad de ropa interior está a la orden del día.
La polémica llegó hasta los despachos del Ayuntamiento de Madrid (PP). El vicealcalde, Manuel Cobo, aseguró que la Empresa Municipal de Transportes remitió el anuncio a Autocontrol de la Publicidad, un organismo que valora todos los anuncios (incluidos los de la televisión y prensa) antes de que se emitan. Según el vicealcalde, el organismo estimó que el cartel de Diario de una ninfómana debería llevar la indicación de que la película solo es apta para mayores de 13 años. Según su versión, la empresa que gestiona la publicidad se puso en contacto con la productora, pero esta rechazó la propuesta de incluir la advertencia de la edad.
"No me consta esa proposición", dijo el cineasta. "Además --añadió-- en el caso de que sí la hayamos recibido, nos lo dicen con dos días de plazo, cuando no hay tiempo de hacer otro cartel".
Según consigna elperiódico.com –de España- el estreno que se produjo el 17 de octubre, con 150 copias en ese país, no fue anunciado en las calles de Madrid por lo osado de sus imágenes. Por esto el equipo de la película aseguró que la Empresa Municipal de Transportes (de Madrid) denegó la posibilidad de promocionar el filme en los ómnibus y en las marquesinas porque su cartel es “de dudosa legalidad” y “gratuitamente provocativo”.
La imagen muestra a una mujer en ropa interior tocándose el sexo con la mano. El cartel, sin embargo, sí está publicitado en las mamparas de los quioscos madrileños, que dependen de sus dueños.
El director del la película es Christian Molina, quien ha explicado que él mismo ha diseñado el conflictivo cartel. “Es sutil y refleja bien el significado de la película”, añadió tras calificar el veto de “acto de censura que recuerda al franquismo”.
Cuando el cineasta recibió la negativa para promocionar la película en los autobuses y marquesinas, cambió el diseño del cartel. La segunda versión solo incluía el vientre de la mujer (desaparecieron las bombachas). Sin embargo, también recibió un "no" por respuesta. Entonces, el director apostó por un cartel en blanco en el que solo se leía el título de la película: Diario de una ninfómana. Tampoco hubo suerte.
"Llegué a la conclusión de que lo que les molestaba era la palabra ninfómana. Si el filme se titulara Diario de un asesino no pasaría nada", se lamentó. Tras las dos negativas, Molina decidió mantener el cartel original, aunque ello supusiera no tener publicidad.
El cineasta reconoció que "todas las ciudades" pusieron "pegas" a la hora de incluir el cartel en las vallas publicitarias de ámbito público. Pero la única en la que el "no" fue definitivo ha sido Madrid, donde, por otra parte, la publicidad de ropa interior está a la orden del día.
La polémica llegó hasta los despachos del Ayuntamiento de Madrid (PP). El vicealcalde, Manuel Cobo, aseguró que la Empresa Municipal de Transportes remitió el anuncio a Autocontrol de la Publicidad, un organismo que valora todos los anuncios (incluidos los de la televisión y prensa) antes de que se emitan. Según el vicealcalde, el organismo estimó que el cartel de Diario de una ninfómana debería llevar la indicación de que la película solo es apta para mayores de 13 años. Según su versión, la empresa que gestiona la publicidad se puso en contacto con la productora, pero esta rechazó la propuesta de incluir la advertencia de la edad.
"No me consta esa proposición", dijo el cineasta. "Además --añadió-- en el caso de que sí la hayamos recibido, nos lo dicen con dos días de plazo, cuando no hay tiempo de hacer otro cartel".
De la película podemos decir que relata la historia de una mujer, Val, que descubre el sexo y toda la pasión del placer. Decide hacer negocio de ello, y se implica en una vida de amor y prostitución. (Fuente: Diario la Capital).
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