Cañada de Gómez.— El juez de instrucción en lo Penal de esta ciudad, Jesús Rizzardi, procesó a Antonio Gustavo Mendoza bajo la figura de homicidio simple agravado por la alevosía en concurso con robo por el crimen de Bárbara Simón, la adolescente de 17 años que fue degollada con un cuchillo en una calle céntrica de Las Parejas.
El ataque ocurrió durante la madrugada del pasado 14 de junio en la calle 23 cuando la joven regresaba a su casa luego de haber estado en el domicilio de su novio. Una parejita que ocasionalmente pasaba por el lugar fue la primera en ver el cuerpo tendido en la vereda.
La adolescente fue salvajemente golpeada y luego abandonada tras ser ultimada con un profundo corte de unos seis centímetros en el cuello, propinado por un cuchillo de unos treinta centímetros que luego fue arrojado al techo de una casa contigua.
A la adolescente le faltó algo de dinero (alrededor de diez pesos), además de un teléfono celular, sin embargo Rizzardi no aseguró que el móvil esté relacionado con el robo. Por esa razón ordenó nuevas pericias para determinar los dichos de tres testigos y otros estudios genéticos que serán realizados en centros privados.
El magistrado explicó detalladamente los fundamentos del procesamiento a los padres de Bárbara, Marcelo y María Luisa Simón, quienes viajaron desde Las Parejas a Cañada de Gómez acompañados por el abogado Norberto Olivares.
Los argumentos de Rizzardi se basaron en una pericia dactilar comparativa entre una huella hallada en el cuchillo y otra tomada al procesado. Ese estudio, practicado por el departamento de Criminalística de la Unidad Regional X, determinó "similitudes irrefutables", confió Rizzardi a los familiares de Bárbara.
Ese mismo departamento policial también halló en el cuchillo que dio muerte a la joven una marca personal (la letra M y el número 41), cuyas características coincidieron con otras similares encontradas en objetos personales de Mendoza.
El juez también informó a los familiares que dictó un sobreseimiento por el faltante de la cadena con el nombre de Callejeros que llevaba Bárbara esa madrugada. Lo hizo tras recibir la información policial de que la misma había hallada entre las prendas de la adolescente.
"Hay testimonios de tres personas que difieren, que no cuentan toda la verdad. El juez nos dijo que en caso de probarlos no dudará en dictar procesamientos por falso testimonio", precisó Olivares al culminar la reunión mantenida con el titular del juzgado.
Rizzardi también pedirá una ampliación de uno de los estudios genéticos de los restos hallados en al cuerpo de Bárbara, debido a que el resultado comparativo con el ADN de Mendoza da cierta similitud parcial que justifica estudios superiores en centros privados.
El juez de instrucción también prometió a los padres de Bárbara trasladar los testimonios relacionados con el consumo y la venta de drogas, que están en el expediente, a la Justicia federal de Rosario para que se ahonde la investigación.
Antecedentes. Los únicos antecedentes de Antonio Gustavo Mendoza, de 33 años, están relacionados con la tenencia de estupefacientes. Fuentes de la justicia cañadense dijeron que su profesión es la de jornalero. "Vive de changas", explicaron. Si bien Mendoza nunca reconoció haber sido el autor del crimen admitió, en declaraciones hechas en el proceso penal, ser un consumidor compulsivo de cocaína y pastillas entras otras sustancias tóxicas. Hasta ayer la defensa no había apelado a la medida.
Golpe de azar.
El ataque ocurrió durante la madrugada del pasado 14 de junio en la calle 23 cuando la joven regresaba a su casa luego de haber estado en el domicilio de su novio. Una parejita que ocasionalmente pasaba por el lugar fue la primera en ver el cuerpo tendido en la vereda.
La adolescente fue salvajemente golpeada y luego abandonada tras ser ultimada con un profundo corte de unos seis centímetros en el cuello, propinado por un cuchillo de unos treinta centímetros que luego fue arrojado al techo de una casa contigua.
A la adolescente le faltó algo de dinero (alrededor de diez pesos), además de un teléfono celular, sin embargo Rizzardi no aseguró que el móvil esté relacionado con el robo. Por esa razón ordenó nuevas pericias para determinar los dichos de tres testigos y otros estudios genéticos que serán realizados en centros privados.
El magistrado explicó detalladamente los fundamentos del procesamiento a los padres de Bárbara, Marcelo y María Luisa Simón, quienes viajaron desde Las Parejas a Cañada de Gómez acompañados por el abogado Norberto Olivares.
Los argumentos de Rizzardi se basaron en una pericia dactilar comparativa entre una huella hallada en el cuchillo y otra tomada al procesado. Ese estudio, practicado por el departamento de Criminalística de la Unidad Regional X, determinó "similitudes irrefutables", confió Rizzardi a los familiares de Bárbara.
Ese mismo departamento policial también halló en el cuchillo que dio muerte a la joven una marca personal (la letra M y el número 41), cuyas características coincidieron con otras similares encontradas en objetos personales de Mendoza.
El juez también informó a los familiares que dictó un sobreseimiento por el faltante de la cadena con el nombre de Callejeros que llevaba Bárbara esa madrugada. Lo hizo tras recibir la información policial de que la misma había hallada entre las prendas de la adolescente.
"Hay testimonios de tres personas que difieren, que no cuentan toda la verdad. El juez nos dijo que en caso de probarlos no dudará en dictar procesamientos por falso testimonio", precisó Olivares al culminar la reunión mantenida con el titular del juzgado.
Rizzardi también pedirá una ampliación de uno de los estudios genéticos de los restos hallados en al cuerpo de Bárbara, debido a que el resultado comparativo con el ADN de Mendoza da cierta similitud parcial que justifica estudios superiores en centros privados.
El juez de instrucción también prometió a los padres de Bárbara trasladar los testimonios relacionados con el consumo y la venta de drogas, que están en el expediente, a la Justicia federal de Rosario para que se ahonde la investigación.
Antecedentes. Los únicos antecedentes de Antonio Gustavo Mendoza, de 33 años, están relacionados con la tenencia de estupefacientes. Fuentes de la justicia cañadense dijeron que su profesión es la de jornalero. "Vive de changas", explicaron. Si bien Mendoza nunca reconoció haber sido el autor del crimen admitió, en declaraciones hechas en el proceso penal, ser un consumidor compulsivo de cocaína y pastillas entras otras sustancias tóxicas. Hasta ayer la defensa no había apelado a la medida.
Golpe de azar.
Tanto Olivares y de Rizzardi coinciden en que podría tratarse de un hecho causal, ya que el expediente no acredita que ambos se conocieran con anterioridad. "Nosotros creemos que esto le pasó a Bárbara, pero la víctima podría haber sido cualquier otra persona", consignó el abogado.
Marcelo y Luisa Simón opinaron que el procesamiento cierra una etapa del seguimiento de la causa, pero añadieron que seguirán en contacto con la justicia de Rosario "para que el detenido tenga la pena que condice con lo que hizo".
"El mató a nuestra hija porque tenia ganas, se sintió poderoso con un cuchillo. Queremos que le dicten la reclusión perpetua. Una vez que esté condenado vamos a cesar en nuestra tarea de pedir justicia", subrayaron. (Diario: La Capital).
Marcelo y Luisa Simón opinaron que el procesamiento cierra una etapa del seguimiento de la causa, pero añadieron que seguirán en contacto con la justicia de Rosario "para que el detenido tenga la pena que condice con lo que hizo".
"El mató a nuestra hija porque tenia ganas, se sintió poderoso con un cuchillo. Queremos que le dicten la reclusión perpetua. Una vez que esté condenado vamos a cesar en nuestra tarea de pedir justicia", subrayaron. (Diario: La Capital).
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