El avión de la aerolínea española Spanair que se estrelló a fines de agosto cuando intentaba despegar en el aeropuerto de Barajas no tenía las alas configuradas para el decolaje, según un informe preliminar difundido ayer por una comisión investigadora, que fué recogido por la agencia de noticias Reuters.
Además, la alarma que debía advertir a los pilotos sobre la situación no funcionó, lo que contribuyó a que la nave se precipitara a tierra pocos segundos después de despegar, causando la muerte a 154 personas en la peor tragedia aérea en el país en los últimos 25 años.
La Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil dijo en su informe que necesitaba profundizar su investigación para comprender por qué los flaps y los slats —las superficies móviles en las alas que permiten la sustentación del avión a velocidad reducida— no estaban desplegados o por qué la alarma no advirtió de la situación. "Los valores registrados de deflexión de flaps fueron de 0", resaltó el informe.
La nave había abortado un despegue una hora antes debido a un problema en una sonda de temperatura, que la comisión no relacionó con el accidente. Según el informe, en ese primer intento de decolaje, los flaps tenían una deflexión de 11 grados. (Fuente: Diario La Capital).

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