Por Gabriel Bertino

Si ayer o antes de ayer, querías comprar dólares…la tenías complicada. En muchos lugares, fue tan grande la demanda, que además de elevar el precio, se producía un desabastecimiento de divisas, razón por la cual, en muchos bancos o casas de cambios, se tuvo que racionalizar la venta con un máximo por persona, incluso según algunas informaciones radiales (por ejemplo varios informes que brindó al aire Cadena 3) en algunas provincias, se agotaron las reservas de dólares como fue el caso de San Luis; en otros lugares, la gente se quedaba sin poder realizar su compra y se iba con la promesa de que al volver al día siguiente, podría conseguir sus dólares ya que quedaban anotados en una lista de espera.
Mientras que en Buenos Aires, la situación no fue distinta al resto del país, la sed de dólares volvió a empujar la compra y por consecuencia, la cotización, medio centavo más arriba que ayer. A 3,15 pesos para la compra y 3,245 para la venta promedio. En algunas entidades llegaron a pedir hasta 3,30 pesos por 1 dólar. Incluso en el interior algunas casas de cambio llegaron a pedir 3,40 pesos. A pesar de la tendencia de estos últimos días, los operadores reconocieron que la demanda actual estuvo más aplacada que en días anteriores. Esto se atribuye a que en el día de ayer, el Banco Central tuvo intervino en el mercado cambiario con 300 millones de dólares para afrontar y frenar la creciente tendencia alcista.

Algunos dicen que es extraño que los ahorristas y especuladores de la city, sigan apostando al dólar como inversión segura, frente a la crisis financiera mundial, pero hay varias respuestas:

1) No hay demasiadas opciones para la clase media. La gente tiene bien en claro que es aconsejable asegurar sus ahorros, pero no tienen demasiadas alternativas:

* No pueden contar con los depósitos bancarios, habida cuenta de que la amarga experiencia del corralito genera una desconfianza obvia y razonable.

* Mantener los ahorros en pesos, en el colchón o en cajas de seguridad, con la actual inflación y los fantasmas de una devaluación cercana, es la peor elección de todas.

* Las formas más seguras de protección de los recursos, como la inversión en bienes que siempre tuvieron valor en el mercado (como el oro, las adquisiciones inmobiliarias o el arte) son opciones eficaces pero que siempre requieren de una suma muy grande de dinero.

Por lo tanto es claro que ante esta alternativa la gente opta dentro de lo más simple, por lo más seguro.

2) Otra de las razones, es que este fenómeno no ocurre sólo en la Argentina, sino que también en varias partes de mundo, razón por la cual en muchos mercados internacionales el dólar sigue aumentando, al mismo momento que el Euro comienza a caer en picada.

3) El hombre es un animal de costumbres. Mucha gente en estos últimos 30 años, ha visto en innumerable ocasiones, como ante los múltiples problemas financieros, lo único estable fue el dólar. Y nos acostumbramos a eso, a medir, a pensar y a valorar en dólares. Y ante una situación de peligro, la gente se mueve por reflejo, más que por análisis.

4) Mucha gente, ve en esta crisis una cuestión pasajera, con graves consecuencias, complicada, pero también pasajera, que no afectará de ninguna manera el sistema de comercio capitalista, ni tampoco implicará un golpe de timón en las filosofías económicas, más que una serie de medidas de control y reacomodamiento, donde como siempre algunos quedarán en la calle y a otros se le abrirán nuevas puertas....nada nuevo bajo el sol.

Creo que ya sea por instinto, por reflejo o por firmes convicciones, los argentinos siempre ahorramos en dólares y hasta que una dolorosa y terrible escuela no nos demuestre lo contrario, esa costumbre no cambiará.

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