Mientras la presidenta Cristina Fernández desafiaba en Nueva York a los empresarios estadounidenses que cuestionaban las estadísticas de inflación, una encuesta entre empresas argentinas reveló que el aumento de precios percibido alcanza a 24%, casi tres veces la medición oficial.
El 98% de los formadores de precios consideró además que la política antiinflacionaria oficial es poco o nada eficaz. Las compañías que toman las decisiones de fijar precios aseguraron que la inflación no es de 9,3%, como afirma el INDEC, sino de 24 por ciento. El estudio, realizado por Sel Consultores, relevó en las grandes compañías la inflación percibida para el tercer trimestre. En el mismo período del año pasado, las estimaciones de los empresarios se ubicaban en 16,5 por ciento.
Aún distante de la medición del organismo intervenido por la Secretaría de Comercio, entonces la percepción de las empresas representaba sólo el doble que la del INDEC, 8,6 por ciento. En un año, la brecha entre ambas se alargó de 8 a casi 15 puntos porcentuales.
De acuerdo con la encuesta, la inflación percibida en las empresas comenzó a distanciarse de la oficial desde el primer mes de 2007, justo cuando el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, intervino políticamente el organismo de estadísticas. Desde entonces, la distancia entre ambas no paró de crecer.
En abril, la mitad de las empresas encuestadas consideró que la inflación estaba por debajo del 20 por ciento. En agosto, la percepción se movió claramente hacia niveles superiores. El 82% dijo que las remarcaciones superaban el 20 por ciento.
En los últimos meses, algunos empresarios comenzaron a admitir públicamente que el aumento de los precios triplicaba la inflación oficial. Entre ellos aparecieron los abiertamente enfrentados con la administración kirchnerista, pero también muchos considerados aliados, como el vice de la UIA, José de Mendiguren, el dueño de Aeropuertos, Eduardo Eurnekian, y el titular del Banco Macro, Jorge Brito.
La encuesta, no obstante, incluyó una pregunta que los empresarios todavía están muy lejos de contestar con sinceridad ante un micrófono prendido. Según el relevamiento, el porcentaje de respuestas que consideró poca o nula la eficacia de la política antiinflacionaria oficial subió al 98% de los encuestados. En el primer trimestre, el 91% se ubicaba en esa franja.
En contraste, quienes contestaron que las medidas del Gobierno contra el aumento de precios eran muy o algo eficaces se redujeron del 9% al 2% en el mismo lapso.
En consonancia con el enfriamiento de la economía posterior al conflicto con el campo, la encuesta reveló que los precios comenzaron a afectar las decisiones de inversión.
El 62% de los consultados aseguraron que la inflación afecta sus planes de inversión, contra un 38% que dijo no afectarlos. En el primer trimestre, los porcentajes eran parejos, 49% contra 51% respectivamente. Un año atrás, en cambio, la proporción era inversa. El 53% consideraba que no afectaba sus planes y un 38% decía que sí. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).

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