
También había comenzado a caer aguanieve en las Altas Cumbres, un sector apartado del área donde se concentró la mayor devastación del fuego. La precipitación renovaba la esperanza de que se desplazara hacía la zona más problemática y contribuyera a controlar en forma total los incendios.
La nevada sorprendió a los pobladores de la zona, que, en menos de 96 horas, pasaron de soportar 30 grados de temperatura a los cero grados de hoy, en un contexto de incendios que devoraron, en los últimos cinco días, 40 mil hectáreas de montes y pastizales. (Fuente: Diario La Capital).
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