El tren de alta velocidad a Rosario y Córdoba ahora genera polémica puertas adentro del Gobierno. Si bien desde la Jefatura de Gabinete se afirmó que no se incluyó una partida de dinero para el proyecto en el Presupuesto 2009, desde la Secretaría de Transporte sostienen todo lo contrario. Según fuentes de esa cartera, se destinarán $1.600 millones que fueron incluidos en la partida 22 para la Administradora de Infraestructura Ferroviaria, la nueva organización estatal creada por ley que supervisará todo lo relacionado con el transporte ferroviario.
Las dudas sobre la continuidad de una obra que apunta a ser emblemática del kirchnerismo inundó de llamados a la Secretaría de Transporte ayer por la mañana.
Los empresarios que forman parte de Veloxia, el consorcio adjudicatario compuesto por las empresas Alstom, Emepa, Isolux Corsan, IECSA, lo primero que hicieron fue buscar información en los despachos oficiales.
El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, se tomó el trabajo de confirmarles a algunos de ellos hasta el número de partida en el que se incluyeron los fondos para el tren bala en el Presupuesto de 2009.
Así se buscó zanjar el desconcierto que reinó ayer por algún momento sobre la continuidad del proyecto.
“Es parte del anticipo de obra”, dijo un informante. Los $1.600 millones se destinarán a hacer los trabajos de estudio y remoción de suelo, y todo lo referente a la ingeniería previa al ingreso de la maquinaria, para lo que el consorcio Veloxia ya contrató a la firma española Ineco. Toda esta tarea demandará no menos de nueve meses. Son los primeros pasos antes del inicio de los trabajos pesados que se marcaron para 2010.
El financiamiento del proyecto corre por otro canal, que depende de los mercados internacionales.
En el Presupuesto 2008, dijeron en Transporte, se separó una partida de u$s 630 millones para garantizar los primeros tramos de la emisión de un bono soberano contra entrega del crédito por 2.300 millones de euros cerrado con el banco francés Natixis. La tasa de ese préstamo hoy ronda el 12 por ciento, pero si se cancela la deuda con el Club de París puede bajar al 8 por ciento.
El Gobierno está a la espera de que se calme la turbulencia financiera internacional para emitir el título de deuda.
El contrato de financiamiento con Natixis prevé que si el riesgo país supera los 800 puntos, las dos partes –para no correr riesgo de un nuevo default– pueden aplazar la transacción. En la Casa Rosada sostienen que no se dio marcha atrás en la decisión política de hacer la obra.
La partida 22 del Presupuesto 2009 para la Administradora de Infraestructura Ferroviaria asciende en total a $2000 millones. De ellos, 1600 están reservados, dicen en Transporte, al tren bala y otros $400 millones para otra obra ferroviaria muy demorada.
Se trata del soterramiento de la línea Sarmiento en el tramo de las estaciones Caballito-Moreno, que busca mejorar el servicio y destrabar el tránsito en gran parte de la Capital Federal. La obra, presupuestada en $2.800 millones, fue adjudicada al consorcio integrado por IECSA, la brasileña Odebrecht y Comsa. Al igual que el tren bala, falta definir su financiamiento internacional pero se quiere iniciar al menos el trabajo de campo del proyecto.
En paralelo, Transporte intentará no perder el ritmo de otras obras que benefician más al interior del país y que caen mejor en la opinión pública que el tren bala Buenos Aires-Rosario-Córdoba.
Entre ellas figura la licitación del tren de pasajeros a Posadas y un nuevo servicio de alta prestación de pasajeros a Mendoza y a Mar del Plata, con un presupuesto de $8.000 millones y $5.000 millones, respectivamente. Y la transformación a un servicio más popular del Tren de la Costa, una vez terminada su vuelta al Estado. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).
Las dudas sobre la continuidad de una obra que apunta a ser emblemática del kirchnerismo inundó de llamados a la Secretaría de Transporte ayer por la mañana.
Los empresarios que forman parte de Veloxia, el consorcio adjudicatario compuesto por las empresas Alstom, Emepa, Isolux Corsan, IECSA, lo primero que hicieron fue buscar información en los despachos oficiales.
El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, se tomó el trabajo de confirmarles a algunos de ellos hasta el número de partida en el que se incluyeron los fondos para el tren bala en el Presupuesto de 2009.
Así se buscó zanjar el desconcierto que reinó ayer por algún momento sobre la continuidad del proyecto.
“Es parte del anticipo de obra”, dijo un informante. Los $1.600 millones se destinarán a hacer los trabajos de estudio y remoción de suelo, y todo lo referente a la ingeniería previa al ingreso de la maquinaria, para lo que el consorcio Veloxia ya contrató a la firma española Ineco. Toda esta tarea demandará no menos de nueve meses. Son los primeros pasos antes del inicio de los trabajos pesados que se marcaron para 2010.
El financiamiento del proyecto corre por otro canal, que depende de los mercados internacionales.
En el Presupuesto 2008, dijeron en Transporte, se separó una partida de u$s 630 millones para garantizar los primeros tramos de la emisión de un bono soberano contra entrega del crédito por 2.300 millones de euros cerrado con el banco francés Natixis. La tasa de ese préstamo hoy ronda el 12 por ciento, pero si se cancela la deuda con el Club de París puede bajar al 8 por ciento.
El Gobierno está a la espera de que se calme la turbulencia financiera internacional para emitir el título de deuda.
El contrato de financiamiento con Natixis prevé que si el riesgo país supera los 800 puntos, las dos partes –para no correr riesgo de un nuevo default– pueden aplazar la transacción. En la Casa Rosada sostienen que no se dio marcha atrás en la decisión política de hacer la obra.
La partida 22 del Presupuesto 2009 para la Administradora de Infraestructura Ferroviaria asciende en total a $2000 millones. De ellos, 1600 están reservados, dicen en Transporte, al tren bala y otros $400 millones para otra obra ferroviaria muy demorada.
Se trata del soterramiento de la línea Sarmiento en el tramo de las estaciones Caballito-Moreno, que busca mejorar el servicio y destrabar el tránsito en gran parte de la Capital Federal. La obra, presupuestada en $2.800 millones, fue adjudicada al consorcio integrado por IECSA, la brasileña Odebrecht y Comsa. Al igual que el tren bala, falta definir su financiamiento internacional pero se quiere iniciar al menos el trabajo de campo del proyecto.
En paralelo, Transporte intentará no perder el ritmo de otras obras que benefician más al interior del país y que caen mejor en la opinión pública que el tren bala Buenos Aires-Rosario-Córdoba.
Entre ellas figura la licitación del tren de pasajeros a Posadas y un nuevo servicio de alta prestación de pasajeros a Mendoza y a Mar del Plata, con un presupuesto de $8.000 millones y $5.000 millones, respectivamente. Y la transformación a un servicio más popular del Tren de la Costa, una vez terminada su vuelta al Estado. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).
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