Si no fuera por el canal de navegación, al río Paraná hoy se lo podría cruzar de a pie en Rosario: su profundidad natural llegó a 1,46, menos de la mitad promedio que suele registrar en enero. El descenso del nivel del agua, producido por la falta de lluvias en el norte de la cuenca, causa problemas diversos como peligro para los bañistas, dificultades en la planta potabilizadora de Rosario y complicaciones para la tarea de los pescadores.
Hacía más de diez años que el río no experimentaba una bajante tan pronunciada como esta. El Instituto Nacional del Agua (INA) informó que la bajante continuará durante todo el mes. Hoy, el segundo río más importante de Sudamérica, después del Amazonas, tiene menos de la mitad de los 3,40 metros de su profundidad promedio. Y, de acuerdo a las previsiones del INA, puede llegar el viernes a marcar sólo 1,15 metro de hondura.
La empresa Aguas Santafesinas S.A. (Assa) informó que el aumento de la demanda –previsible en días de altas temperaturas– y la retirada del río son variables que están a punto de complicar la capacidad de respuesta de las 10 bombas extractoras en la planta de Rosario, situada en la zona norte. Por esa razón, la proveedora del servicio decidió agregar una bomba más desde hoy. El problema estriba en que la reducción de caudal disponible para procesar puede derivar en una menor presión en las cañerías de distribución y, por lo tanto, el desabastecimiento de agua en las zonas periféricas de la red.
Por esa razón, desde Assa se insistió en pedir a los usuarios a que hagan un uso responsable del recurso.
"El pescado sale igual, pero busca la hondura, así que tenemos que irnos al canal para pescarlo porque en otro lado no hay. Hay que ir a buscarlo en el medio del río", reveló un pescador a Radio Dos, asombrado por cómo el poderoso y ancho Paraná no deja de angostarse. En el delta de islas ya se secaron numerosas lagunas y arroyuelos.
A pesar de los riesgos que conlleva la bajante para los bañistas, este domingo La Florida estuvo a pleno. Unas cinco mil personas colmaron el balneario rosarino, vigilados de cerca por agentes de Defensa Civil, Guardia Urbana Municipal y Prefectura, con el propósito de controlar que nadie supere el estricto boyado impuesto para separar el gentío del canal dragado para los barcos.
Raúl Rainone, de Defensa Civil, admitió que es posible que en los próximos días, si la bajante continúa, se prohíba temporalmente la inmersión en el río. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).
Hacía más de diez años que el río no experimentaba una bajante tan pronunciada como esta. El Instituto Nacional del Agua (INA) informó que la bajante continuará durante todo el mes. Hoy, el segundo río más importante de Sudamérica, después del Amazonas, tiene menos de la mitad de los 3,40 metros de su profundidad promedio. Y, de acuerdo a las previsiones del INA, puede llegar el viernes a marcar sólo 1,15 metro de hondura.
La empresa Aguas Santafesinas S.A. (Assa) informó que el aumento de la demanda –previsible en días de altas temperaturas– y la retirada del río son variables que están a punto de complicar la capacidad de respuesta de las 10 bombas extractoras en la planta de Rosario, situada en la zona norte. Por esa razón, la proveedora del servicio decidió agregar una bomba más desde hoy. El problema estriba en que la reducción de caudal disponible para procesar puede derivar en una menor presión en las cañerías de distribución y, por lo tanto, el desabastecimiento de agua en las zonas periféricas de la red.
Por esa razón, desde Assa se insistió en pedir a los usuarios a que hagan un uso responsable del recurso.
"El pescado sale igual, pero busca la hondura, así que tenemos que irnos al canal para pescarlo porque en otro lado no hay. Hay que ir a buscarlo en el medio del río", reveló un pescador a Radio Dos, asombrado por cómo el poderoso y ancho Paraná no deja de angostarse. En el delta de islas ya se secaron numerosas lagunas y arroyuelos.
A pesar de los riesgos que conlleva la bajante para los bañistas, este domingo La Florida estuvo a pleno. Unas cinco mil personas colmaron el balneario rosarino, vigilados de cerca por agentes de Defensa Civil, Guardia Urbana Municipal y Prefectura, con el propósito de controlar que nadie supere el estricto boyado impuesto para separar el gentío del canal dragado para los barcos.
Raúl Rainone, de Defensa Civil, admitió que es posible que en los próximos días, si la bajante continúa, se prohíba temporalmente la inmersión en el río. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).
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