El diputado Felipe Solá volvió a marcar sus disidencias con el Gobierno nacional y manifestó su preocupación por la crisis agropecuaria surgida por la sequía, la caída de los precios internacionales y la disputa con el Poder Ejecutivo.
“Si usted consulta cuál es la visión del hombre de campo, le va a dar la dimensión dramática de la sequía”, expresó en declaraciones a radio La Red, en las que estimó que “en el Gobierno piensan que esto se arregla con una lluvia o dos y hacen falta 350 milímetros de lluvia”.
“Los efectos de la sequía llevan a tener una muy mala cosecha en 2008. Los problemas en el trigo, maíz y la soja se van a extender a la lechería y la ganadería. A mí me parece gravísimo”, señaló el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires.
“Hoy tuvimos una lluvia muy interesante, de cincuenta milímetros, pero si no sigue, en ocho días estamos en la misma”, agregó.
Para Solá, “el Gobierno tiene miedo de que este conflicto de la sequía se use como una excusa para atropellarlo y pedirle más de la cuenta. Estamos 5 mil millones de dólares abajo en exportaciones como mínimo. Va a haber muchos menos ingresos por retenciones”.
Solá, quien se desempeñó como secretario de Agricultura durante la presidencia de Carlos Menem, apuntó que “lo primero que haría es quitar las retenciones en todo el maíz, liberar las restricciones a las exportaciones de trigo y maíz y retirar a la ONCCA de todo el manejo burocrático. No retirar impuestos solamente, sino retomar el diálogo todo el tiempo que sea necesario”.
“Lo primero que hay que hacer para solucionar los efectos de un problema –no el problema- es tener es un diálogo sincero, pleno y reconstituyente”, aconsejó.
Sobre la falta de definiciones para el acuciante estado de la producción agropecuaria, opinó que “en el Gobierno veo que están en una nube de gases. Este terrible problema llega en el peor momento, con productores indignados y toda la cadena de valor dañada”.
Sobre su futuro político dentro del justicialismo, pero distanciado del matrimonio presidencial, afirmó: “Para mí no hay años sabáticos en política. El 2009 va a ser un año de quiebre en la forma de gobernar”. (Fuente: diario Critica de la Argentina).

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