Los efectos de la crisis económica desatada en Wall Street promete efectos devastadores. Según un pronóstico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) más de 51 millones de personas en todo el mundo perderán sus trabajos en 2009. La desalentadora estimación difundida en Ginebra supera en 18 millones a lo registrado en 2007.
"Estamos frente a una crisis laboral mundial", dijo Juan Somavia, director general de la OIT, organismo especializado de la ONU. "Se están perdiendo los avances en la reducción de la pobreza, y la clase media se está debilitando en todo el mundo", agregó.
"Habrá un incremento en la tasa del desempleo en 2009 en todos los escenarios”, adelantó Somavia, pero como suele ocurrir las consecuencias de la crisis serán peores en las países en vías de desarrollo. "Es evidente que el mundo está frente a una crisis sin precedentes, que hace necesarias soluciones creativas".
Sus previsiones más optimistas, basadas en las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de noviembre pasado sobre el crecimiento de la economía mundial, apuntan a una suba del desempleo que afectará a 18 millones de personas, 6,1 por ciento del mercado laboral.
En caso de que la situación económica empeore, la OIT prevé que la cifra de desempleados alcance incluso los 30 o 50 millones de personas. El impacto se sentirá con especial fuerza en las economías asiáticas, aunque el desempleo también alcanzará altos niveles en los países industrializados, señaló el organismo.
En la región del Pacífico asiático, los tres escenarios trazados por la OIT prevén un incremento del desempleo a 8, 15 o 27 millones de personas, respectivamente.
En el último de los casos, más de 200 millones de trabajadores podrían pasar además a la extrema pobreza, con ingresos aproximados de 1,25 dólares diarios. Unos 140 millones de afectados vivirían en ese caso en países asiáticos.
El caso español. La economía española resultó ser la más golpeada por la crisis financiera en Europa. El desempleo alcanzó al 13,9%, según datos difundidos esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es el índice más elevado desde el año 2000. Ese porcentaje representa cerca de 3,3 millones de españoles sin trabajo.
El caso argentino. Según las cifras del INDEC, sobre el cierre de 2008 la desocupación cayó medio y despidió el año en un 7,3 por ciento. La subocupación (que incluye a quienes trabajan menos horas de las que quisieran) también bajó del 9,2% en el tercer trimestre al 9,1% en el cuarto. En total, entre desocupados y sub ocupados, unas tres millones de personas siguen con problemas de empleo en los 31 principales aglomerados urbanos del país. (Fuente: diario Critica de la Argentina).

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