Juan Román Riquelme será indagado mañana por la fiscal María Florencia Zapata por su supuesta "incitación a la violencia y alteración del normal desarrollo de espectáculo deportivo" luego de festejar un gol el último domingo de cara a un plateísta.
Fuentes judiciales admitieron a la agencia DyN que a Riquelme se le envió la notificación para la audiencia, aunque se abstuvieron de confirmar si le llegó la citación.
En la fiscalía se negaron a precisar el día y la hora de la audiencia al admitir que "podría verse alterado" el lugar ante la eventualidad de la presencia de simpatizantes que vayan a apoyar a Riquelme.
Asimismo, otras fuentes señalaron que la audiencia sería "mañana por la mañana", en las oficinas de la fiscalía 9 porteña, en el edificio de Combate de los Pozos 155.
El incidente ocurrió durante el partido entre Boca y Racing, cuando Riquelme se dirigió a gritarle el gol a un joven que estaba en la primera fila de la platea especial, señalándolo específicamente con su brazo y recriminándolo de manera airada.
El hincha, llamado Agustín Pozzetti, de 21 años, negó que haya insultado a Riquelme y dijo que sólo pidió que se pongan "huevos".
Tras los movimientos de Riquelme en el festejo, un grupo de plateístas de ese mismo sector, salió como fuerza de choque del jugador y comenzó a increpar e insultar a Pozzetti, quien podría ser también convocado a declarar si la fiscal así lo considera, aunque aún no habría tomado la decisión.
Algunos alegan que el deportista puedde devolver los insultos, pero es claro que ante un estadio de fútbol donde Riquelme es centro de atención, que se pare delante un plateísta a gritarle e insultarlo en un momento caliente como el festejo de un gol, trasciende el insulto y se juega la vida del plateísta, ya que miles de personas pueden reaccionar ante esta acción como un llamado de su líder en busca de venganza, hecho que gracias a Dios, quedó en consecuencias menores, pero podría haber sido mucho peor.
Riquelme también aseguró que sólo gritó el gol aunque luego admitió que corrió "hasta ese lugar a decirle que deje de insultar y que aliente porque también insultaba a Jesús (Dátolo)". El jugador consideró "una boludez que hablen de este tema" y que le "da risa que digan que tengo que ir diez días detenido".
La fiscal deberá determinar si Riquelme incurrió en faltas al Código Convencional respecto de la incitación a la violencia y alteración de espectáculos deportivos.
En el primero de los casos "la sanción prevista es una multa de 600 a 2.000 pesos ó 10 días de arresto" y en el otro alcanza "de 200 a 1.000 pesos o arresto de uno a cinco días", explicó el fiscal general Luis Cevasco. (Fuente: Diario Critica de la ARgentina - nuestra redaccion).

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