La grave crisis que debió afrontar el Gobierno por el conflicto con el campo, que duró más de 120 días y finalizó con el rechazo de las retenciones móviles en el Congreso (con el voto negativo de Cobos incluido) y las renuncias del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y del secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, provocó una fuerte caída en la imagen de la Jefa de Estado.
Por esa razón los asesores del gobierno, consideraron urgente, establecer estrategias para conseguir un cambio de imagen positivo. Para ello se inauguró un nuevo estilo de comunicación oficial, promovido por el flamante jefe de Gabinete, Sergio Massa. Así, en menos de tres días, Cristina Kirchner dio dos conferencias de prensa.
Eduardo Fidanza, sociólogo y profesor de la Universidad de Buenos Aires, sostuvo que el "formato de conferencia de prensa es un progreso", pero "no es suficiente".
"La Presidenta optó por un recurso que utilizan eficazmente en todo el mundo. Cuanto más nos parezcamos a los países a los que les va bien mejor; es un progreso. Pero, inicialmente, no me parece suficiente. Me inclino a pensar que es un maquillaje. Por lo que se vio, está claro que Cristina Kirchner sigue negando la realidad. No dijo nada sustancial sobre lo que ocurre en el Indec o la inflación. La alteración de las estadísticas tiene efectos devastadores", dijo a lanacion.com Fidanza, de Poliarquía.
Fidanza también explicó, que el repunte de 11 puntos que tuvo la Presidenta en julio, se debió a que se descomprimió la situación con el fin del conflicto con el agro y a la "esperanza de que tome el control del Gobierno y minimice la influencia de Néstor Kirchner", aunque, añadió, "no es razonable hacerse expectativas".

La novedad

En sintonía con Fidanza, el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del Salvador, Gustavo Martínez Pandiani, manifestó: "Que haya accedido es un hecho político en sí mismo. No obstante, no hubo anuncios relevantes o sorpresas desde el punto de vista periodístico, fueron viejas noticias en un nuevo envase".
Pandiani, en diálogo con lanacion.com, además criticó la performance de los medios: "La primera experiencia demostró que hace falta un aprendizaje no sólo de las autoridades, sino también de los periodistas".
Rosendo Fraga, por su parte, comparó las actuaciones de Néstor y Cristina Kirchner frente a la prensa. "Kirchner en su primera conferencia convocó a un acto en apoyo del Gobierno en el conflicto con el campo. Esto fue considerado el indicador de un cambio. En la segunda, en cambio, volvió a cambiar su actitud frente al periodismo. Ahora, sucede los mismo con Cristina y nuevamente se plantea un cambio en la relación con el periodismo", dijo.
La diferencia, dijo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, está en que la Presidenta ratificó lo actuado por su Gobierno, incluyendo la conflictiva resolución 125, la confirmación del gabinete y el funcionamiento del Indec.
"Las conferencias de prensa de los Kirchner pueden significar o no un cambio en la relación con el periodismo y ello se verá hacia adelante. Pero sin una modificación en la línea política, las dos conferencias de Cristina pueden en pocos días parecer intrascendentes como señal de cambio", disparó Fraga.
Distinto fue el análisis de Analía del Franco, de Analogías, quien sostuvo que los encuentros con la prensa fueron "altamente positivos" y la Presidenta tuvo "gestos e indicios en sus respuestas de cambio".
Del Franco sostuvo que las frases que utilizó de "no adjetivar" o "no satanizar", significan una modificación del discurso. Del Franco, también resaltó el hecho de privilegiar la conferencia sobre el viaje a Bolivia, que se suspendió. "Fue otro estilo. Dio una imagen práctica y de acción. El foco en el discurso .
Por su parte, el escritor y titular de la cátedra de semiótica de la UBA, Oscar Steimberg, tras analizar las declaraciones de Cristina Kirchner, consideró: "No hay un cambio en el contenido, sino acentuaciones".
También se refirió a la modalidad de conferencia de prensa. "Se busca mostrar una gestión que muestra articulación y alternancia de posiciones o tematizaciones", dijo.
Nuestra opinión, (los que hacemos tiempo de descuento) es que si bien es cierto que una buena imagen presidencial y una politica sosegada colaboran a pacificar sin dudas los ánimos de la sociedad, tambien es cierto que si no se logra un giro de 180 grados en la actividad política concreta, que ataque sin demoras 2 objetivos principales: la trasparencia y la restauración en el Indec, con la partida de Moreno a la cabeza y el control de la inflación y el aumento de precios, poco importará en el futuro, un discurso más o menos y la actitud que la presidenta tenga con la prensa, porque estaremos frente a conflictos más complejos y problemas con menos facilidades de resolución; ya que las mentiras tienen patas cortas y la gente cada vez perderá mas su confianza.


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