La italiana Eluana Englaro, de 38 años de edad y en estado vegetativo desde hace 17 años, murió a las 16:10 (hora argentina), según informaron fuentes de las administraciones locales y de las fuerzas del orden.
Después de esos 17 años de vida asistida y estado vegetativo, su padre decidió recurrir a la Justicia para que le concedieran la posibilidad de terminar con la vida de Eluana. Luego de un largo debate judicial, el Tribunal Supremo de Italia, finalmente le concedió la petición al padre y ordenó la suspensión de alimentos. Para ello se realizó un protocolo de interrupción gradual de la alimentación asistida que mantenía con vida a Eluana y que establecía que, después de tres días de la orden, se comenzara a suspender la alimentación.
La orden se llevó a cabo en la clínica 'La Quiete' de Udine (norte de Italia), y la abogada Franca Alessio explicó a los medios italianos, que habiendo trascurrido los tres días y al no haber aparecido nuevos hechos, se procedió tal y como estaba previsto.
Mientras tanto, esta decisión generó una polémica en toda Italia (y el mundo) sobre el caso de Eluana.
El Gobierno de Silvio Berlusconi preparó un decreto urgente para impedir la muerte de Eluana, a pesar de estar avalada por una sentencia del Tribunal Supremo de Italia. Sin embargo, las supuestas dudas expresadas por el presidente de la República y la falta de consenso dentro del propio Gobierno habrían detenido la iniciativa. Igualmente Berlusconi y el Vaticano, presionaron al Congreso para que sancionara de manera urgente, una ley que prohibiera la suspensión de alimentación. Eluana murió mientras en el Senado se debatía un proyecto de ley.
En el momento del debate parlamentario, el presidente de la Cámara, Renato Schifani, fue informado de la muerte de la joven y tras conocer la noticia, todos los senadores se pusieron de pie y guardaron un minuto de silencio.
Después de esos 17 años de vida asistida y estado vegetativo, su padre decidió recurrir a la Justicia para que le concedieran la posibilidad de terminar con la vida de Eluana. Luego de un largo debate judicial, el Tribunal Supremo de Italia, finalmente le concedió la petición al padre y ordenó la suspensión de alimentos. Para ello se realizó un protocolo de interrupción gradual de la alimentación asistida que mantenía con vida a Eluana y que establecía que, después de tres días de la orden, se comenzara a suspender la alimentación.
La orden se llevó a cabo en la clínica 'La Quiete' de Udine (norte de Italia), y la abogada Franca Alessio explicó a los medios italianos, que habiendo trascurrido los tres días y al no haber aparecido nuevos hechos, se procedió tal y como estaba previsto.
Mientras tanto, esta decisión generó una polémica en toda Italia (y el mundo) sobre el caso de Eluana.
El Gobierno de Silvio Berlusconi preparó un decreto urgente para impedir la muerte de Eluana, a pesar de estar avalada por una sentencia del Tribunal Supremo de Italia. Sin embargo, las supuestas dudas expresadas por el presidente de la República y la falta de consenso dentro del propio Gobierno habrían detenido la iniciativa. Igualmente Berlusconi y el Vaticano, presionaron al Congreso para que sancionara de manera urgente, una ley que prohibiera la suspensión de alimentación. Eluana murió mientras en el Senado se debatía un proyecto de ley.
En el momento del debate parlamentario, el presidente de la Cámara, Renato Schifani, fue informado de la muerte de la joven y tras conocer la noticia, todos los senadores se pusieron de pie y guardaron un minuto de silencio.
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