La tarde del jueves 19, Gendarmería Nacional, que acaba de ser convocada por el gobernador bonaerense Daniel Scioli para combatir la inseguridad, se quedó sin su mejor helicóptero, con capacidad para siete pasajeros y comprado hace muy poco para hacer traslados sanitarios, entre otros operativos de emergencia: Néstor Kirchner lo usó para ir y volver desde la Quinta de Olivos a un acto del peronismo en la localidad bonaerense de Merlo. Según admitieron fuentes de la Gendarmería y del PJ a Crítica de la Argentina, la fuerza que se encarga de cuidar las fronteras del país resigna cada vez más seguido esa nave para que el presidente del PJ se mueva por el aire con rapidez. Kirchner dejó la Presidencia de la Nación, asumió la del PJ, pero sigue financiando su estructura política gracias a las arcas públicas: sus secretarios y asesores cobran sueldo del Ejecutivo, usa el auto presidencial para moverse por el conurbano y la Capital Federal, y tiene a su disposición el sistema de medios estatal para difundir los actos y mensajes partidarios.
La Gendarmería tiene varios helicópteros, pero le cede a Kirchner el más nuevo y el mejor equipado. La fuerza, que depende del Ministerio de Justicia y Seguridad, de Aníbal Fernández, y cuyo titular es el comandante general Héctor Schenone, tiene una excelente relación con el oficialismo: suele prestar sus naves no sólo al titular del PJ sino a los ministros del Gabinete, e incluso a gobernadores, como el de Chubut, Mario Das Neves, contaron fuentes castrenses. Hasta no hace mucho tiempo, Kirchner solía trasladarse a los actos partidarios directamente en los helicópteros y aviones presidenciales, pero ahora evita hacerlo ya que, desde que el diario La Nación publicó que viajó a Jujuy en el Tango 10, el santacruceño fue denunciado en la Justicia por el abogado Ricardo Monner Sans: lo acusó de “uso indebido de bienes públicos” (ver columna).
Kirchner usa ahora el helicóptero de Gendarmería, y cuando necesita moverse hacia el interior del país les pide sus aviones a los gobiernos provinciales, e incluso a empresarios cercanos al oficialismo, según pudo comprobar este diario. El jueves 5 de marzo, por ejemplo, le pidió prestado a Scioli el avión de la gobernación bonaerense para viajar hacia la provincia de Catamarca, adonde iba a encabezar el acto de cierre de campaña del PJ, donde luego perdió por paliza las elecciones legislativas distritales. Pero la nave de Scioli sufrió un desperfecto técnico, y Kirchner terminó viajando en un avión que está a nombre del Banco Macro, cuyo titular es Jorge Brito.
Sus movimientos por tierra se hacen también en vehículos oficiales: Kirchner usa cada vez que puede el Audi A6 blindado de la Presidencia para moverse desde los helicópteros públicos hacia las tribunas de los actos del peronismo en el conurbano bonaerense, como hizo el 10 de febrero pasado, cuando visitó el club Almirante Brown, en Adrogué.
Kirchner tiene la costumbre de financiar sus actividades políticas con fondos estatales. Cuando era gobernador de Santa Cruz tenía siempre a su disposición el avión de la provincia para usarlo con fines personales y partidarios. En mayo de 2002, cuando era rival del por entonces presidente Eduardo Duhalde, mandó el avión sanitario de Santa Cruz a Corrientes para hacer llegar a tiempo al Congreso al senador Lázaro Chiappe, quien iba a votar en contra de la derogación de la Ley de Subversión Económica, pedida por el FMI. Aquella vez, Kirchner justificó su accionar diciendo que “la impunidad no puede ser consagrada en la República Argentina”.
Ahora usa el helicóptero de Gendarmería para hacer campaña electoral para el PJ. El jueves 19 viajó en él a Merlo junto a un puñado de funcionarios nacionales y sus secretarios. Allí lo esperaba la plana mayor del peronismo bonaerense. Ese día, la Presidenta había anunciado la creación del Fondo Federal Solidario que repartirá entre las provincias el 30 por ciento de los fondos recaudados en concepto de retenciones a la soja. Desde la tribuna de un club barrial, adornado con carteles que decían “Néstor 2009”, el presidente del PJ defendió esa medida y criticó a los dirigentes rurales: “No puede ser que si no estoy de acuerdo, corto la ruta y rompo todo. Como tengo fuerza y tengo plata, le estropeo la vida a todos los argentinos”. Un día después, el gobernador Scioli pidió a la Gendarmería que lo ayude a luchar contra la inseguridad en el conurbano bonaerense.
Canal 7 emitió en vivo imágenes de ese acto, de la misma manera que hace siempre que habla Kirchner. Aunque seguramente son más aburridos, los discursos de otros presidentes partidarios, como Gerardo Morales, de la UCR, sólo por mencionar uno de ellos, no tienen ese espacio privilegiado en la emisora estatal. Dos días antes del acto en Merlo, el martes 17, Néstor había encabezado otro acto del PJ, esta vez en La Plata. El canal estatal transmitió las palabras de K, tituladas con un videograph que editorializaba: “La nueva Argentina”. Ojalá no sea ésa la objetividad que tiene en mente el Gobierno en su proyecto para “democratizar” los medios. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).
La Gendarmería tiene varios helicópteros, pero le cede a Kirchner el más nuevo y el mejor equipado. La fuerza, que depende del Ministerio de Justicia y Seguridad, de Aníbal Fernández, y cuyo titular es el comandante general Héctor Schenone, tiene una excelente relación con el oficialismo: suele prestar sus naves no sólo al titular del PJ sino a los ministros del Gabinete, e incluso a gobernadores, como el de Chubut, Mario Das Neves, contaron fuentes castrenses. Hasta no hace mucho tiempo, Kirchner solía trasladarse a los actos partidarios directamente en los helicópteros y aviones presidenciales, pero ahora evita hacerlo ya que, desde que el diario La Nación publicó que viajó a Jujuy en el Tango 10, el santacruceño fue denunciado en la Justicia por el abogado Ricardo Monner Sans: lo acusó de “uso indebido de bienes públicos” (ver columna).
Kirchner usa ahora el helicóptero de Gendarmería, y cuando necesita moverse hacia el interior del país les pide sus aviones a los gobiernos provinciales, e incluso a empresarios cercanos al oficialismo, según pudo comprobar este diario. El jueves 5 de marzo, por ejemplo, le pidió prestado a Scioli el avión de la gobernación bonaerense para viajar hacia la provincia de Catamarca, adonde iba a encabezar el acto de cierre de campaña del PJ, donde luego perdió por paliza las elecciones legislativas distritales. Pero la nave de Scioli sufrió un desperfecto técnico, y Kirchner terminó viajando en un avión que está a nombre del Banco Macro, cuyo titular es Jorge Brito.
Sus movimientos por tierra se hacen también en vehículos oficiales: Kirchner usa cada vez que puede el Audi A6 blindado de la Presidencia para moverse desde los helicópteros públicos hacia las tribunas de los actos del peronismo en el conurbano bonaerense, como hizo el 10 de febrero pasado, cuando visitó el club Almirante Brown, en Adrogué.
Kirchner tiene la costumbre de financiar sus actividades políticas con fondos estatales. Cuando era gobernador de Santa Cruz tenía siempre a su disposición el avión de la provincia para usarlo con fines personales y partidarios. En mayo de 2002, cuando era rival del por entonces presidente Eduardo Duhalde, mandó el avión sanitario de Santa Cruz a Corrientes para hacer llegar a tiempo al Congreso al senador Lázaro Chiappe, quien iba a votar en contra de la derogación de la Ley de Subversión Económica, pedida por el FMI. Aquella vez, Kirchner justificó su accionar diciendo que “la impunidad no puede ser consagrada en la República Argentina”.
Ahora usa el helicóptero de Gendarmería para hacer campaña electoral para el PJ. El jueves 19 viajó en él a Merlo junto a un puñado de funcionarios nacionales y sus secretarios. Allí lo esperaba la plana mayor del peronismo bonaerense. Ese día, la Presidenta había anunciado la creación del Fondo Federal Solidario que repartirá entre las provincias el 30 por ciento de los fondos recaudados en concepto de retenciones a la soja. Desde la tribuna de un club barrial, adornado con carteles que decían “Néstor 2009”, el presidente del PJ defendió esa medida y criticó a los dirigentes rurales: “No puede ser que si no estoy de acuerdo, corto la ruta y rompo todo. Como tengo fuerza y tengo plata, le estropeo la vida a todos los argentinos”. Un día después, el gobernador Scioli pidió a la Gendarmería que lo ayude a luchar contra la inseguridad en el conurbano bonaerense.
Canal 7 emitió en vivo imágenes de ese acto, de la misma manera que hace siempre que habla Kirchner. Aunque seguramente son más aburridos, los discursos de otros presidentes partidarios, como Gerardo Morales, de la UCR, sólo por mencionar uno de ellos, no tienen ese espacio privilegiado en la emisora estatal. Dos días antes del acto en Merlo, el martes 17, Néstor había encabezado otro acto del PJ, esta vez en La Plata. El canal estatal transmitió las palabras de K, tituladas con un videograph que editorializaba: “La nueva Argentina”. Ojalá no sea ésa la objetividad que tiene en mente el Gobierno en su proyecto para “democratizar” los medios. (Fuente: Diario Critica de la Argentina).
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